El sillón K es una obra dedicada a una de nuestras grandes escritoras de principio del siglo pasado: Carmen Conde. Una obra epistolar y poética, un «diálogo con una muerta», que mezcla dos idiomas, el español y el inglés, y dos lenguajes, el teatro y la danza. El cuerpo y la palabra. «Existe paz en saber que se mantuvo fidelidad a la vocación no traicionada. Vocación que ha ido condicionando la existencia. Que sólo quiso oír la voz de la poesía que no muere».
Carmen Conde
«La amistad no necesita, a veces, del mutuo alimento; basta que uno de los amigos hable, piense, ame, aunque el otro calle y sea invisible».
En 1935 Carmen Conde comienza una relación epistolar unidireccional con Katherine Mansfield, fallecida doce años atrás. Estas cartas, de una viva hacia una muerta, emanan fascinación y una complicidad que no entiende de tiempo, distancia o idioma y que, con una belleza mágica, difumina la frontera entre la vida y la muerte. La palabra, la música y la danza se funden en una puesta en escena poética para rescatar del olvido a Carmen Conde, una de las escritoras españolas más importantes del siglo XX y primera mujer con silla propia, la letra K, en la RAE. A través de su obra poética y la correspondencia que escribe a la escritora neozelandesa Katherine Mansfield, descubrimos las dudas existenciales de la escritora, la idea de la muerte y las pulsiones suicidas, el gozo extraño de las pequeñas cosas y el misterio absorbente de la creación artística. El sillón K. Carmen Conde y Katherine Mansfield es una obra que se vertebra a través de estas cartas y se completa con el cuerpo poético de ambas escritoras, fragmentos del diario de Katherine Mansfield y con el discurso de entrada a la RAE de Carmen Conde.