Trilla es, sobre todo, una ceremonia experimental que le ofrecemos a un simple pañuelo blanco, único elemento de la obra y punto de encuentro y fuga del cuerpo y sonido, el sudor y las lágrimas, la novia y la plañidera, el parto y la mortaja.
«Trilla surgió de un accidente: mientras trabajábamos en Somos la guerra, una pieza anterior de mayor formato, sentimos que se generaba una energía imparable, un tú a tú entre las dos (Le Parody y yo) que tenía jugarse en un otro tablero, más desnudo, despojado. Quedarnos a solas con los motores poéticos de la obra y profundizar en las grietas que se abrían y conectaban el folclore andaluz con el universal, la historia de los cuerpos con la del sonido. Trilla es también un disco, que tampoco fue premeditado, sino que surgió de esa energía, otro accidente».
Trilla surge del encuentro entre Le Parody y Luz Arcas, una indagación en los mundos que comparten: el folk y la electrónica, y la tradición como un espacio herido, deseoso de transformación, experimento, apertura. La propuesta es puramente intuitiva: un sucederse de imágenes, bailes y paisajes sonoros relacionados con lamentos (el agua como elemento clave del folclore universal, de las lágrimas al sudor, del erotismo al mal presagio, del nacimiento a la muerte), la guerra (la global privada que hace huella en cada cuerpo) y referencias marianas desde una perspectiva pagana.